Cremas hidratantes
Las cremas hidratantes, como su propio nombre indica, sirven para hidratar
la piel, esto es, son un cosmético que se elabora para luchar contra la piel
seca. La exposición al calor, al sol y, en general, a las inclemencias del
tiempo, deterioran nuestra piel, afectando a su hidratación. Para combatir esto
tenemos las cremas hidratantes. Además de saber qué son las cremas hidratantes,
antes de usarlas hay que tener en cuenta algunas consideraciones, de todas las
cuales hablaremos a continuación.
1. Para cada edad una crema hidratante
No todas las cremas hidratantes son iguales. Estas pueden ser clasificadas en
función de diversos criterios, uno de los cuales es la edad de la persona sobre
la que se aplicará. En este caso, para cada momento de nuestra vida hay una
crema adecuada. Y es que la piel, al igual que el resto de partes del cuerpo,
va cambiando con el paso del tiempo.
Así, para un bebé, cuya piel es mucho más fina que la de una persona adulta, no
es aconsejable utilizar la misma crema que utilizamos para hidratar nuestras
pieles adultas. En su lugar, utilizaremos una crema específica para bebés, la
cual está fabricada teniendo en cuenta la delicadeza y sensibilidad de su piel,
así como sus necesidades particulares de hidratación.
A edades superiores hay que tener en cuenta otras características y
necesidades. Por ejemplo, en la adolescencia la piel es más grasa, suelen salir
espinillas y puntos negros. A esta edad, la piel necesita mayor cantidad de
agua, lo cual se puede conseguir con una crema hidratante normal o con una
crema hidratante para pieles grasas.
Igualmente, a partir de los cuarenta años, la piel tiende a secarse más
fácilmente, además, empiezan a salir arrugas. En este caso, lo mejor es
utilizar una crema hidratante preventiva. Esta retardará la aparición de las
arrugas.
2. Distintas cremas hidratantes para cada parte del
cuerpo
Así, para hidratar nuestra cara tendremos que tener en cuenta la recuperación de la luminosidad de la cara, de tal modo que la crema hidratante que utilicemos es aconsejable que contenga vitaminas, así como otros productos que le devuelvan a la piel de la cara su firmeza.
Si lo que queremos es hidratar nuestras manos, tendremos que tener en cuenta la
facilidad con la que esta parte del cuerpo se agrieta. Además, las manos están
entre las partes del cuerpo más expuestas a las inclemencias del medio, pues no
solo suelen ir desnudas, sino que además realizamos la inmensa mayoría de
nuestras actividades cotidianas con ellas.
3. La diversidad de cremas hidratantes
Hay muchos más tipos de cremas hidratantes, que pueden variar en función del tipo
de piel de cada personas o en función de otros factores más específicos, como
por ejemplo las utilizadas para el cuidado de los tatuajes. Por ello, a la hora
de comprar y utilizar una crema de este tipo hemos de tener en cuenta cuáles
son nuestras necesidades, así como otros factores como los mencionados más
arriba. Solo de esa manera le sacaremos el máximo partido, consiguiendo los
mejores resultados para el cuidado de nuestra piel.