Diferencias entre tipos de tetinas para biberones

Existe una tetina para cada circunstancia y necesidad. Utilizar la adecuada en cada momento puede evitar que el bebé sufra problemas al tragar mucho aire o que se canse demasiado, no terminando la toma adecuadamente. La primera diferenciación con el tipo de tetina a escoger se hace en función de la edad el niño. Cuando es un recién nacido y durante los primeros meses de vida el bebé necesita una tetina de pequeñas dimensiones y que sean blandas. A medida que va cumpliendo meses y se empieza a introducir las primeras papillas la tetina ha de tener un orificio mayor, ya que los alimentos empiezan a ser un poco más espesos que en los meses iniciales.

Pero también tetinas de diferentes formas pueden ser escogidas según las preferencias del bebé. Es bastante habitual que cuando una tetina se estropea se busque una nueva, de dimensiones y formas similares, ya que el niño está acostumbrado y se adapta mejor si la tetina nueva es similar a la que venía utilizando. La forma más tradicional es la cónica con la punta redondeada. Pero existen también en el mercado tetinas con forma más similar a la del pezón de la madre, con forma de gota y con la punta aplanada. Otra forma bastante habitual es la cónica, pero con la punta más redondeada y una base más ancha.

Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es el material con el que está hecha la tetina. Las tetinas de caucho son muy duraderas, aunque a medida que el tiempo va pasando van dando de sí, e incluso pueden llegar a romperse. Tienen el inconveniente de que conservan los olores y con el uso se tornan de un color que parece que están sucia. También es posible encontrarlas hechas con látex. Éstas han de tratarse con mayor cuidado ya que se estropean con facilidad y requieren que se cambien con bastante frecuencia. Por último están aquellas que están hechas con silicona, que aunque no retienen los olores, se manchan con facilidad, perdiendo muy pronto su color transparente inicial y además es fácil que con los primeros dientes el bebé las pueda romper.

Dependiendo de la forma de comer del niño, también el número de agujeros y la forma de estos orificios influyen en la elección de la tetina. A medida que van siendo mayores se pueden utilizar boquillas con varios agujeros, o incluso con un corte, que dependiendo de la forma y tamaño, determinan la cantidad de alimento que el niño recibirá en cada succión que haga. Si el bebé tiene algunas circunstancias especiales también existen en el mercado tetinas adaptadas para niños prematuros, y otras específicas para solventar diferentes problemas.

Sea la tetina que sea, independientemente del tamaño, forma, material o el uso que se le de, siempre requieren una serie de medidas de higiene y esterilización para su correcta conservación. Además del lavado con agua y jabón después de cada uso, es necesario esterilizarlo, bien mediante un procedimiento químico, bien mediante el hervido del biberón completo en agua durante diez minutos o más.

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Autor

Jose David Pascual Traver


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